En un mundo donde la información es tan accesible, los mitos sobre la salud sexual pueden difundirse fácilmente. Separar la realidad de la ficción es crucial para vivir una vida sexual sana y satisfactoria. En este artículo desacreditaremos algunos de los mitos más persistentes sobre la salud sexual y los reemplazaremos con información confiable, respaldada por expertos.
Mito 1: Puedes saber si alguien tiene una ETS mirándolo
Uno de los mitos más peligrosos es que se puede saber si una persona tiene una infección de transmisión sexual (ETS) al observar la apariencia de una persona. Las ETS suelen ser asintomáticas, lo que significa que no presentan síntomas visibles. La evaluación periódica y la comunicación abierta con los socios son esenciales.
Mito 2: las personas mayores no tienen relaciones sexuales
La sexualidad no se detiene cuando se llega a cierta edad. Muchas personas mayores disfrutan de una vida sexual activa y satisfactoria. El uso de productos como los muebles sexuales Liberator puede incluso ayudar a mejorar la comodidad y el placer, independientemente de la edad.
[ux_image id=»97164″ width=»75″ link=»https://liberatorshop.eu/es/categoria-producto-es/liberator-es/»]Mito 3: Los condones reducen completamente el placer
Los condones modernos, como los ultrafinos, están diseñados para maximizar la sensación y al mismo tiempo brindar protección. Usar el lubricante correctamente también puede mejorar la experiencia, haciendo que los condones sean una opción segura y placentera.
Mito 4: El sexo sólo es bueno cuando es espontáneo
Planificar la intimidad puede mejorar la experiencia, especialmente para parejas o familias ocupadas. El uso de productos como Liberator Wedge puede enriquecer la preparación y anticipación de un encuentro sexual.
[ux_image id=»97159″ width=»75″ link=»https://liberatorshop.eu/es/categoria-producto-es/liberator-es/»]Mito 5: El sexo siempre debe conducir al orgasmo
El sexo es una experiencia que puede incluir muchas formas diferentes de placer e intimidad, no solo alcanzar el orgasmo. La comunicación y la experimentación con diferentes posiciones o juguetes pueden aumentar el placer, independientemente del resultado.